¿Por qué me desmayo cuando veo sangre?
¿Alguna vez has ido a sacarte sangre y te has desmayado? ¿Conoces a alguien que se haya mareado viendo una película sangrienta? Por desgracia, estos episodios pueden ser bastante frecuentes para algunas personas. En este post trataremos de dar respuesta a la pregunta: ¿por qué me desmayo cuando veo sangre?
Este fenómeno suele estar asociado a la fobia a la sangre y está directamente relacionado con este miedo irracional.
Fobia a la sangre
Indice
La fobia a la sangre, también conocida como hematofobia o hemofobia provoca un intenso malestar ante la idea de ver o estar expuesto a lugares, objetos y situaciones que puedan guardar cierta relación con la aparición de sangre, agujas y heridas.
Este tipo de situaciones se pueden dar en hospitales, consultas del médico, la sala de un cine, etc.
El miedo asociado a las fobias, en la mayoría de los casos, provoca respuestas de congelamiento o bloqueo de las funciones cognitivas o físicas, pero el desmayo no suele ser tan frecuente. Entonces, ¿por qué me desmayo cuando veo sangre?
El desmayo o síncope vasovagal se produce cuando se produce una disminución del riego en el cerebro y, como consecuencia, se pierde el conocimiento durante un par de minutos. La causa suele ser la activación del nervio vago, lo que provoca la dilatación de algunos vasos sanguíneos y la consecuente bajada de tensión.
El desmayo suele anunciarse con una sensación de mareo, palidez en la cara y un estrechamiento de la visión con el llamado efecto túnel. Todos estos síntomas, que suelen anunciar que va a producirse un desmayo, son muy incómodos y desagradables y suelen poner aún más nervioso a la persona que los está sufriendo.
El desmayo tras ver sangre
La fobia a la sangre se diferencia del resto de fobias porque tiene la particularidad de que implica una respuesta vasovagal única que puede llevar al desmayo en un 80% de las personas que padecen este miedo, mientras que, los que tienen fobia, por ejemplo, a las arañas, no manifiestan estos desmayos con tal frecuencia.
Sin embargo, aún no se conoce con exactitud el mecanismo concreto por el que ocurre el desmayo tras ver la sangre. Según algunos estudios, parece que puede depender, en gran medida, de la sensibilidad de los barorreceptores (receptores de la tensión arterial en los vasos sanguíneos), y esto, a su vez, depende de la edad, el nivel de estrés, la hipertensión, etc.
También se piensa que el sexo y el peso pueden ser factores determinantes para que se produzcan estos desmayos y ser la respuesta a por qué me desmayo cuando veo sangre.
Lo que sí se sabe es que el desmayo se origina por un patrón de respuesta automática bifásica, provocada por esta fobia a la sangre. Esta respuesta que se da en dos partes, sucede de la siguiente manera:
- En esta primera fase, la tasa cardíaca, la presión sanguínea y la tasa de respiración se aceleran, ya que el sistema nervioso simpático se activa, acompañado de pensamientos negativos y la ansiedad típicos de las fobias y los miedos irracionales.
- Durante esta segunda fase, se produce una desaceleración brusca y repentina de las anteriores respuestas debido a la activación del sistema nervioso parasimpático, lo que provoca una dilatación periférica de los vasos sanguíneos. Todo esto supone una disminución del aporte de oxígeno que llega al cerebro, provocando así el desmayo o mareo.
Causas o patrones que pueden provocar esta respuesta
Si a mis amigos o familia también les da miedo la sangre, ¿por qué me desmayo al ver la sangre yo y ellos no? Esta puede ser una pregunta frecuente a la que, si bien es cierto que no existe una respuesta certera y segura, existen algunas hipótesis derivadas de investigaciones.
La fobia a la sangre es una fobia específica y muy común que suele comenzar a una edad muy temprana y, según algunas investigaciones, puede tener un componente hereditario importante.
Algunos otros factores como pueden ser problemas de tensión, peso, edad y sexo pueden influir considerablemente a una mayor predisposición al desmayo derivado de la hemofobia.
¿Se puede tratar la fobia a la sangre?
Como probablemente sepas, tener miedo a la sangre, sentir cierto rechazo o sensaciones desagradables al respecto, es algo bastante extendido entre la población. Sin embargo, el problema llega cuando dicho miedo paraliza y provoca que evitemos cualquier situación que tenga que ver con la sangre.
Un miedo tan fuerte puede provocar que la persona no acuda a hacerse, por ejemplo, un análisis de sangre o a recibir los tratamientos que necesita para curar una enfermedad.
De esta manera vemos cómo las personas con fobia a la sangre suelen temer más a los síntomas provocados por la propia fobia (mareos, desmayos, estrechamiento de la visión…) que a la sangre o a las jeringuillas, porque anticipan que, al verse expuestos a determinadas situaciones sufrirán dichos síntomas.
Todo esto puede provocar una ansiedad anticipatoria y conductas de escape o evasión que impidan a estas personas enfrentarse a situaciones necesarias por miedo a vivir un episodio derivado de su hematofobia.
Para ello, puede ser interesante acudir a un profesional que pueda ayudar a superar o gestionar mejor estas situaciones y comprobar que no hay un peligro real. Psicólogos y terapeutas pueden tratar estos problemas y aplicar ciertas técnicas que ayuden a mejorar la situación.
Técnicas de relajación, respiraciones, exposición progresiva al elemento que causa el miedo, etc. pueden ser algunos ejemplos que se pueden llevar a cabo para avanzar, poco a poco en la materia y dejar de preguntarse: ¿Por qué me desmayo cuando veo sangre?
Esperamos que este post te haya resultado interesante y te animamos a que, si sufres de hematofobia o te desmayas cada vez que ves sangre, busques ayuda de un profesional con experiencia y cualificado para ello.
Activital somos un equipo de psicólogos ubicados en Madrid. Puedes consultarnos cualquier duda que te pueda surgir o pedir cita a través de info@activital.es o llamándonos al 611.02.79.72.

Joan Rullan Pou
Psicólogo experto en Terapias Contextuales. Apasionado del desarrollo científico en Psicología. Si te sientes identificado con nuestros artículos, no dudes en contactarnos.