Prácticamente todas las personas tenemos momentos en la vida en que los problemas personales se presentan, haciéndonos sufrir, y no siempre sabemos cómo responder a ellos de manera efectiva. Del mismo modo las personas que acuden a terapia psicológica, más allá del síntoma o trastorno diagnosticado, está el cómo afecta a su vida diaria.
Cada persona tiene una manera específica de relacionarse con sus dificultades, que en casos puede generar toda una serie de problemas personales o de relación con los demás añadidos a la sintomatología, de modo que la mala gestión del malestar genera malestar “añadido” involuntariamente debido a las nuevas dificultades que se presentan.
De hecho, los modelos terapéuticos más actualizados no centran tanto la intervención en qué sucede, qué síntomas, miedos, síntomas… aparecen, sino en cómo responder ante ellos. La finalidad es promover respuestas eficaces para resolver las situaciones presentes, ser la persona que se quiere ser, y cuidar las relaciones afectivas.
Problemas personales habituales
- Pérdida de confianza: Personas que han perdido la confianza en sí mismos, hasta el punto que no pueden manejar con éxito su vida.
- Impotencia ante crisis personales: El estar atravesando momentos de crisis vitales sin tener la capacidad de hacer frente a los cambios y acontecimientos que se dan a su alrededor.
- Sensación de vacío e insatisfacción: Experimentación de sentimientos de vacío e insatisfacción en diferentes ámbitos de la vida de uno (laboral, familiar, relación de pareja).
- Falta de motivación: Se encuentran sin ilusión, vacíos, sin ninguna motivación por las cosas que conforman su día a día.
- Autoexigencia y perfeccionismo: Sufren de un alto nivel de obsesión, exigencia y perfeccionismo en el desarrollo de sus tareas, viéndose afectada su calidad de vida.
- No dejar de dar vueltas a las cosas: Pasar gran parte del tiempo de manera voluntaria o involuntaria atrapado en pensamientos, recuerdos o ideas, dando vueltas con cierto grado de obsesión en uno o varios temas.
- Tendencia a compararse: Tendencia a compararse con personas, mayoritariamente consideradas como superiores, con más suerte o fortaleza, o simplemente con una vida mejor a la de uno.
- Dificultades para relacionarse: A la hora de relacionarse con los demás, pueden presentarse pensamientos o emociones como la vergüenza o el enfado que dificultan que la persona tenga la vida social e íntima que desearía tener.
Los problemas personales y sociales a menudo aparecen por lo tanto fruto de una gestión de situaciones internas o externas, que no soluciona el problema y acarrea nuevos conflictos. Ejemplos de ello son personas que sienten que no tratan a sus seres queridos como les gustaría, o que no logran vivir el momento al estar inmersas en sus propios pensamientos. En consecuencia, cada vez más áreas de la vida se ven afectadas innecesariamente por el malestar, situación, o sintomatología problemática.
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