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5 tipos de trastorno generalizado del desarrollo

trastorno generalizado del desarrollo
Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Sabrías indicar en qué consiste un trastorno generalizado del desarrollo? ¿Qué se considera un TGD o cuántos tipos hay? Todas estas son preguntas que vamos a resolver en este post de forma detallada.

¿Qué es el trastorno generalizado del desarrollo?

Este tipo de trastornos repercuten en el entorno social, así como en el plano comunicativo y de conducta. En concreto, y en su conjunto, los trastornos generalizados del desarrollo se caracterizan por mostrar dificultades para desarrollar aptitudes sociales y de comunicación, pudiendo observarse síntomas desde la infancia temprana.

Aunque las capacidades de los niños en cada caso son diferentes, y pueden ser desde problemas para desarrollar el lenguaje, desarrollo de patrones y comportamientos conductuales repetitivos, dificultad para relacionarse o para hacer frente a un cambio de rutina, etc.

Por otro lado, los trastornos generalizados del desarrollo no son mortales, pero no tienen cura conocida. Si bien existen ciertos medicamentos y terapias que sirven para tratar problemas específicos de conducta en el paciente, así como para ayudarles a desarrollarse lo mejor posible en su día a día.

¿Cuáles son los tipos de trastornos generalizados del desarrollo?

Cabe decir que existen considerables desacuerdos entre los profesionales a la hora de establecer los tipos de trastornos generalizados del desarrollo, siendo utilizado ampliamente para hacer referencia a niños con autismo y otros trastornos relacionados.

El autismo es el TGD más conocido, pero el Síndrome de Asperger, el Síndrome de Rett, el Trastorno Desintegrativo Infantil y el Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado también se identifican como tipos de TGD, y vamos a explicarte sus características a continuación.

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

El autismo es un trastorno neurológico que afecta a las habilidades sociales y de comunicación durante toda la vida, observando en quien lo padece rutinas estrictas y comportamientos inusuales y repetitivos, que pueden variar en el grado de intensidad según cada caso.

Su diagnóstico o edad de reconocimiento se puede establecer entre los seis meses y los tres años, y hay una serie de indicadores o rasgos que pueden ser de utilidad para identificar a un niño/a con TEA, a continuación listados desde el primer año de vida hasta una edad más avanzada:

  • Falta de contacto ocular.
  • No responden ni balbucean.
  • Problemas de sueño y/o alimentación.
  • No hacen por imitar sonidos ni expresiones.
  • Se muestras introvertidos.
  • No hacen uso de los gestos para comunicarse.
  • Falta de respuesta frente a llamadas.
  • No tratan de relacionarse con otros niños.
  • Realizan movimientos inusuales.
  • Muestran algún ritual o juego/actividad repetitiva.
  • Les cuesta o se resisten al cambio.
  • Se alteran frente a situaciones inesperadas.

Estos son algunos indicadores que pueden ayudar a identificar este tipo de trastorno generalizado del desarrollo, si bien existen muchos más, y basta con estar atento y formar parte del entorno y el día a día del pequeño para darse cuenta.

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Síndrome de Asperger

Los/as niños/as con trastorno de Asperger experimentan dificultades para comunicarse y socializar. Son personas que, según el caso, pueden tener capacidades intelectuales superiores a la media, pero muestran síntomas como:

  • Dificultades para comprender el lenguaje corporal y los sentimientos de otras personas, o expresar los suyos.
  • Comprenden el lenguaje hablado de forma literal.
  • Su forma de hablar puede llegar a ser muy correcta.
  • Existencia de rutinas obsesivas y son muy organizados/as.
  • Sensibilidad poco usual a estímulos sensoriales.
  • Muestra intereses muy concretos y específicos, a los que dedica mucho tiempo.
  • Evitan el contacto visual.
  • Suelen estar solos.

Trastorno de Rett

Este trastorno en el desarrollo neurológico infantil se caracteriza por perder, de forma progresiva, las habilidades motoras y del habla y, en su mayoría, afecta a niñas. En concreto, estas personas padecen un proceso degenerativo que puede observarse entre los primeros meses de edad hasta los tres años.

Así, aunque en un principio el bebé pueda crecer y desarrollarse según la normalidad, comenzarán a notarse alteraciones a nivel cognitivo, motriz y comunicacional. Y esto no tiene cura, aunque existen medicinas y terapias que sirven para tratar algunos síntomas, como los siguientes:

  • Pérdida de los movimientos de las manos.
  • Pérdida del habla.
  • Problemas de aprendizaje.
  • Problemas de conducta.
  • Movimientos compulsivos.
  • Problemas de equilibrio.

Trastorno Desintegrativo Infantil

Este trastorno generalizado del desarrollo también se identifica con el nombre de Síndrome de Heller o psicosis desintegrativa, que se caracteriza por la pérdida de capacidades adquiridas.

Es decir, son niños que han presentado un desarrollo normal en sus primeros años de vida y que a los 3 o 4 años comienzan a experimentar retrasos en el lenguaje, la motricidad y el desarrollo social, incluso con patrones de comportamientos repetitivos e involuntarios.

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Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado

Este último tipo de trastorno generalizado del desarrollo sirve para identificar a aquellos/as niños/as que muestran síntomas relacionados con los trastornos anteriores, pero que no cumplen los patrones de conducta y desarrollo necesarios para incluirlos dentro de alguno de ellos.

También muestran dificultades a nivel social, lingüístico y conductual, siendo cada caso único y, por tanto, cada tratamiento altamente personalizado.

Dicho esto, realmente, la personalización del tratamiento para los trastornos generalizados del desarrollo es necesaria y, cabe destacar que tanto el diagnóstico como la intervención temprana son fundamentales para el adecuado desarrollo del niño o la niña, si bien la respuesta de cada paciente es diferente.

Por otro lado, los trastornos generalizados del desarrollo no son curativos, pero su tratamiento psicológico ayuda a controlar ciertos síntomas y, por ende, tratan de proporcionar la mayor calidad de vida.

Así, si necesitas del asesoramiento o ayuda de un psicólogo infantil, especialista en el tratamiento de trastornos generalizados del desarrollo, puedes ponerte en contacto con el equipo de psicólogos de Activital a través de info@activital.es, o llamando al 611.02.79.72.

Además, si quieres continuar informándote sobre temas relacionados, a continuación, te proponemos otros posts de nuestro blog:

Niños introvertidos: ¿cómo ayudarlos?

Técnicas de autocontrol para niños.

Trastornos emocionales y de conducta en niños.

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Joan Rullan Pou

Psicólogo experto en Terapias Contextuales. Apasionado del desarrollo científico en Psicología. Si te sientes identificado con nuestros artículos, no dudes en contactarnos.

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