¿Cómo mejorar la autoestima en adultos?
¿Cómo mejorar la autoestima en adultos? Entendemos la autoestima como la parte afectiva, de valoración de nuestro autoconcepto, al cómo nos sentimos respecto a lo que pensamos de nosotros mismos.
Puede ser que pensemos que hay actitudes y comportamientos que no nos gustan, otras que sí, o que incluso globalmente pensemos que hay algo malo en nosotros, nos avergoncemos o por el contrario nos sintamos orgullosos de nuestros comportamientos.
A lo largo de este artículo definiremos estos conceptos e intentaremos responder a las preguntas ¿Puedo cambiar mi autoestima? ¿Cómo mejorar mi autoestima? Para ello empezaremos definiendo qué es el autoconcepto y la autoestima.
¿Qué es el autoconcepto?
Indice
Se puede definir como la dimensión cognitiva y descriptiva del yo: quién soy, cómo me describo y me defino, a quiénes me parezco o a qué grupo pertenezco.
Esta conciencia de sí mismo no es algo que exista en nosotros desde el principio, aunque empieza a desarrollarse muy pronto. Necesita de un largo proceso para consolidarse y va sufriendo cambios y modificaciones a lo largo de todo el ciclo vital.
Cuando nacemos no sabemos que somos una persona individual. Con el tiempo vamos aprendiendo a diferenciarnos de los demás, construyendo nuestra identidad, mediante lo que nos dicen nuestros padres, educadores, amigos… Al ritmo que nos enseñan el lenguaje y las reglas sobre el mundo y sobre nosotros mismos.
Mejorar la autoestima
¿Qué es la autoestima?
Cuando hablamos de autoestima, nos referimos a la dimensión valorativa del yo:
Qué siento sobre cómo soy, en qué medida valoro mis características, hasta qué punto estoy orgulloso de mis capacidades o avergonzado de mis limitaciones (Palacios, 2003).
¿Qué puede influir sobre la autoestima?
Si pretendemos ver cómo mejorar la autoestima en adultos, necesitamos conocer qué variables influyen en ella. En este sentido, a día de hoy sabemos que la autoestima de un adulto se debe a su historia personal; la autoestima se construye desde niños, pues aprendemos desde pequeñitos a valorar nuestro yo.
Factores que pueden facilitar una alta o baja autoestima en adultos son:
- Estilo de educación en la familia
- Tipo de interacciones que han tenido los demás con nosotros
- Haber sido castigados por ser como somos
- Han confiado en nuestras capacidades
- Actitudes positivas o negativas que nos han mostrado
- Valoraciones hacia nuestros actos por parte de terceros
- Haber sido tratados con indiferencia o rechazo…
Estas, entre otras variables, pueden empujar a que las personas sintamos una valoración más negativa o positiva de nosotros mismos.
Como podemos ver, los aprendizajes que llevamos con nosotros de nuestra historia personal y en relación con los demás, nos influyen. Cuando somos pequeños no tenemos capacidad crítica, estamos totalmente indefensos, tomamos lo que nos cuentan de nosotros como la verdad, los niños “se miran en el espejo de los adultos” (soy como dicen que soy).
Por lo tanto, no solo la parte más claramente subjetiva de cómo nos sentimos y cómo nos valoramos es aprendida. También es aprendida la parte de cómo pensamos que somos, más descriptiva, aunque pueda parecer más objetiva.
¿Puedo mejorar mi autoestima?
La autoestima se desarrolla a lo largo de toda nuestra vida. Aunque tenemos una historia personal que nos influye en cómo nos sentimos no implica que nos vayamos a sentir así siempre, y más importante, que tengamos que actuar de acuerdo con cómo nos sentimos.
Puede que por nuestros hábitos y por nuestras reglas sobre cómo somos, tendamos a comportarnos de acuerdo a cómo pensamos que somos.
Por ejemplo; si desde pequeño me han dicho que soy torpe y, en su momento, como era un niño, me lo creí, aprendí a comportarme de acuerdo con la regla “soy una persona torpe, con lo cual a la hora de moverme ágilmente me caigo”. Hacer caso a este pensamiento hace más probable que cuando tengamos que movernos ágilmente en una situación que lo requiera nos caigamos.
Es en estos casos cuando realmente podemos hablar de problemas de autoestima, cuando no nos damos la oportunidad de fijar nuestra atención en otras formas de hacerlo.
Puede que con el tiempo aprendamos a que, aun con el pensamiento “soy torpe”, si nos movemos, nuestra experiencia nos puede ir diciendo que no se corresponde con lo que habíamos aprendido.
Esta es la principal vía de mejorar la autoestima en adultos: comprobar por nosotros mismos nuestras capacidades. Al hacerlo podemos flexibilizar los pensamientos sobre nosotros mismos que eran rígidos y, tal vez ahora sí, podamos movernos ágilmente.
De modo que la respuesta es sí, la autoestima se puede cambiar, probablemente cuando vayamos entrenando esta capacidad de ser más flexibles con nosotros.
¿Cómo aprender y entrenar la flexibilidad para mejorar la autoestima?
Cuando los psicólogos trabajamos la autoestima en adultos nos enfocamos en promover esta flexibilidad en base a una serie de puntos:
- Conocer qué nos puede estar influyendo de nuestra historia personal y qué reglas hemos aprendido.
- Diferenciar cómo nos sentimos de cómo somos realmente (Yo no soy lo que siento sobre mi mismo o sobre mis capacidades, soy más).
- Actuar hacia la dirección vital que es importante para mí, acercándome a la persona que quiero ser.
Muchas veces no actuamos hacia objetivos importantes para nosotros porque nuestras reglas, nuestra historia, nos dice: “no soy capaz”, “me avergonzaría de mí mismo”… Así estamos esperando a que nuestra autoestima sea diferente para poder actuar.
Sin embargo, paradójicamente no estamos dejando espacio a que se desarrolle nuestra autoestima a raíz de nuevas experiencias y, más importante, podemos dejar de lado lo que es importante: relaciones sentimentales, trabajo, amigos, familia…
Si estás buscando cómo mejorar la autoestima en adultos, llegados a este punto, una pregunta clave a hacerte sería: ¿Qué estás dejando de hacer o no te permites por sentirte con baja autoestima?
La baja autoestima o la valoración negativa sobre nosotros, puede suponer mucho sufrimiento, no solo por la propia emoción negativa, sino que podemos estar viviendo una vida que no queremos por nuestras propias limitaciones.
¿En qué me puede ayudar un Psicólogo?
El psicólogo, con sus conocimientos, puede servirte de guía y ayudarte a desarrollar la flexibilidad necesaria para que en momentos en los que la baja autoestima te esté determinando puedas elegir otras vías de actuación.
Analizar cómo nos relacionamos con nosotros mismos, potenciar el amor propio y aprender a escribir en el presente la historia que queremos ver mañana, son parte importante del trabajo en este tipo de terapia.
En Activital psicólogos contamos con una experiencia contrastada en ayudar a personas que pretenden mejorar su autoestima de forma eficaz. Para más información puedes llamar al 611.02.79.72 o enviar un mensaje. También ofrecemos nuestros servicios de forma virtual, podrás realizar tus sesiones con un psicólogo de forma online.

Joan Rullan Pou
Psicólogo experto en Terapias Contextuales. Apasionado del desarrollo científico en Psicología. Si te sientes identificado con nuestros artículos, no dudes en contactarnos.